Una Rockera embarazada, relatos de una experiencia personal

Si nos encanta movernos, hacer deporte es algo natural en nuestras vidas y estar activas nos hace sentir genial y sanas ¿Por qué dejaríamos de hacerlo durante el embarazo? Bueno, esa fue mi premisa. Aunque siendo bien sincera, ni siquiera tuve que racionalizarlo, fue totalmente obvio y ni pensé en que debería dejar de hacer deporte durante mi embarazo y ¡estoy segura de que es una de las principales razones por las que me he sentido tan bien!

Al menos en mi caso, hay ciertos lineamientos básicos que me recomendaron: no empezar a hacer un deporte o actividad nueva, no practicar deportes de contacto y escuchar mi cuerpo. 

No está demás recordarles que voy a hablar concretamente de mi experiencia personal y si estás embarazada siempre confirma con tu doctor/a de cabecera (aunque lamentablemente hay mucha desactualización). 

Estaba súper curiosa de cómo sería estar embarazada y practicar deporte… reconozco que me preocupaba un poco porque temía que sería difícil y complicado. Al principio me la pasaba buscando artículos sobre entrenar intenso en el embarazo (encontré bastante, sobre todo de mujeres dedicadas al alto rendimiento lo cual me generaba gran alivio). Con el paso de las semanas ¡me llevé una linda y gratificante sorpresa! Obvio que adapté mis entrenamientos (además de escalar hago paro de manos y yoga) pero en ningún momento me sentí incapaz de hacerlos. En el caso de la escalada, se recomienda escalar solo en top, no hacer Boulder (por el riesgo de una caída muy brusca), evitar desplomes fuertes y no asegurar punteando.

Pero personalmente, lo más importante ha sido escuchar mi cuerpo. Nuestro cuerpo es sumamente sabio y está completamente dispuesto a comunicarse con nosotras, la cosa es que estemos dispuestas a escucharlo y leerlo. 

Una de las razones que me motivó a escribir sobre esto es porque antes de vivir el embarazo me preocupaba que tan activa podría mantenerme y durante el embarazo comprobé que no era la única que tenía ese temor. Muchas mujeres me preguntan o se alivian al ver que es posible, sin embargo, veo que también hay mucho desconocimiento y miedo. He recibido muchos comentarios cuando voy a escalar, sobre todo de sorpresa o admiración. Sin embargo, algunos guardan un poco de miedo: “¡que valiente!”, ¡Pero no es valentía porque no me estoy sometiendo a nada arriesgado! ¿Será que existe esa creencia de que somos delicadas, que el cuerpo es frágil y que mantenerse en movimiento es peligroso? Probablemente depende del círculo en que nos movamos. Hay muchos estudios que demuestran que la actividad física regular durante el embarazo es súper saludable tanto para la madre como para el bebé. Asesórate bien, consulta por segundas opiniones si es que no te convence lo que te dice el médico (hay muchos desactualizados) y sobre todo ¡ve cómo te sientes! Si algo no se siente bien, si estás insegura o te da miedo, ¡no lo hagas! Ya en unos meses podrás hacer todo con normalidad. 

En lo personal, el primer trimestre fue el más difícil para mí, subí súper rápido de peso (como 5 kgs), estaba súper cansada y me pesaba el cuerpo. Aun así, me mantuve activa (90% a pura motivación) y escalando. Había días en que simplemente nada me salía y me sentía frustrada… pero siempre me recordaba que era mejor eso que no hacer nada. Mi entrenador me dio el mejor consejo: “En vez de conectarte con la frustración, conéctate con el movimiento y traspásale eso a tu hijo”.

El segundo trimestre fue mucho mejor, tenía más energía y pude volver a hacer cosas que no pude hacer el primer trimestre (sobre todo en paro de manos), ¡estaba en llamas! Por algo te dicen que este trimestre es el mejor de todos… la energía vuelve y aún no estás tan grande para no poder moverte con normalidad. 

Actualmente estoy en el último trimestre, y a pesar de que me he sentido bastante bien y tratando de entrenar 4-5 días a la semana, el cuerpo ya está en un estado… especial (jajaja). La panza es bastante grande, me incomoda estar mucho rato sentada en el suelo y subir escaleras me dejan sin aliento… sin embargo, ¡¡cuando hago deporte es cuando mejor me siento!!! Escalar es totalmente posible (nada que te pida estar muy pegada a la pared por razones obvias) sigo haciendo paro de manos (aunque las figuras posibles son muy restringidas), moviéndome (distancias cortas) en bicicleta y he comprobado que los días que hago actividad física son los días en que mejor me siento. Así que ahora, a un poquito más de un mes para completar este increíble proceso de gestar a mi hijo, puedo estar completamente satisfecha y tranquila de que le di a mi cuerpo lo que me pidió y ¡¡se ha sentido bien!! 

Siempre es más fácil que te digan que hacer o qué no hacer, así le traspasas la responsabilidad a otro, sin embargo, si estás dispuesta a hacerte cargo de ti, de tu cuerpo, de tus elecciones y sus consecuencias (en todo ámbito), puedes llegar a ser tu mejor aliada y consejera. 

Si leíste esto completo, quizás eres una fanática del deporte que se pregunta cómo será la vida de embarazada… ¡puede ser hermosamente activa! Espero que sea tu caso y sientas los beneficios de mantenerte en movimiento <3 

Por Stefi Tamburrino @stefi_malibu

Rodrigo Matus1 Comment